Tommy Lee Jones se pasa al otro lado de la cámara con la dirección de este western fronterizo de irregular desarrollo pero de bella factura, basándose en el guión de un Guilermo Arriaga que desarrolla la trama a trompicones al igual que en sus anteriores películas (amores perros, 21 gramos...) y que trata el fenómeno de los espaldas mojadas en la línea divisoria norteamericana.
En pleno desierto aparece el cuerpo del espalda mojada Melquiades Estrada, muerto en extrañas circunstancias. La policía local no se preocupa demasiado en encontrar al asesino, con lo cual Pete Perkins, capataz local y mejor amigo de Melquiades, decide investigar por su cuenta para honrar a su amigo.
Aunque el comienzo sea un tanto alborotado (Arriaga continua en su empeño de desordenar las películas) la película va ganando en interés cuando el desarrollo se vuelve lineal a pesar de tener algunos altibajos, dejando un agradable sabor de boca y un cierto regusto a historia clásica. Austera pero efectiva, con sus justos toques de amor y comedia hacen de ella una película my disfrutable.
Un 7 para el debut de Mr. Tommy Lee en pantalla grande.
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